Mesa virtual por la paz con Juan Ignacio Maggi
Para invitarte a preparar tus propósitos del 2018, quise inspirar a toda mi gente al invitar a otra de mis Mesas Virtuales por la Paz Mundial, a Juan Ignacio Maggi, quien ha demostrado, con hechos, que los límites no existen para él.
Ha corrido maratones como el de Nueva York, Madrid y Roma y competido en juegos paraolímpicos como representante de Argentina. Falta decir que eso lo ha logrado, a pesar de la discapacidad que le dejó una poliomielitis casi al nacer… Con su ejemplo de resultados, inspira al revelar que su secreto ha sido intentar lograr realizar sus sueños, por difíciles que parezcan. Luego poner toda su pasión y corazón al tratar de alcanzarlos.
Y claro que todo mundo puede, pero hay que querer. ¡El reto es no ponernos como víctimas! Tiene razón este cordobés de historia increíble cuando dice que para lograr grandes cosas, hay que salir de la zona de confort, no tener miedo a lo desconocido y desafiar los propios límites que uno piensa que tiene. Eso aplica en absolutamente todos los ámbitos. Es algo a lo que invariablemente exhorto en el mundo entero a todos quienes asisten a mis conferencias.
Como ejemplo, basta decir que a pesar de que sufrió dos infartos y de la inmovilidad de sus piernas, Maggi logró subir al Himalaya gracias a haberse atrevido a conducir una bicicleta con sus manos.
Incluso, bromea al decir que se convirtió en un hombre “biónico”, como el de las películas, porque ahora tiene prótesis robóticas. Es impactante saber que, hace cinco años se paró por primera vez, a los 50 años de edad, y escucharlo decir que su vida estaba llena de cosas mucho más importantes que pararse. Destaca que en la vida hay obsesiones más grandes a vencer, que las limitaciones que se pueden llegar a tener en una silla de ruedas…
Con todo lo que ha conseguido, impresiona saber que Juan Ignacio Maggi empezó a hacer deporte hasta sus 38 años, tras sufrir dos infartos. El primero de ellos, dijo, le salvó la vida. Pensaba que lo limitaba no tener movilidad en sus piernas.
Al darse cuenta de todo lo que podía hacer, se concentró en entrenar con total disciplina. Empezó por participar en el maratón de Nueva York. Cruzar la meta lo llenó de fuerza. Descubrió que había tenido preso a su cuerpo y acababa de liberarlo.
Los objetivos que se ha impuesto no son fáciles: ya subió al Himalaya, una de las cimas más altas del planeta, y se prepara para atravesar la cordillera de Los Andes, a partir del próximo 4 de enero del 2018.
El alcance de sus metas lo ha hecho comprender que hay una sola restricción: la mental, lo que coincide con mi campaña de “Paz interior es paz mundial”, por eso reitero siempre la importancia de soltar las limitaciones mentales que tenemos, creer en nosotros y ser felices porque todo es posible.
Resulta revelador escuchar a Juan Ignacio Maggi decir que antes de alcanzar el Himalaya, superó muchas cosas. Eso incluye sus quince intensos años como deportista de alto rendimiento, el atreverse a pararse hace cinco años tras vencer múltiples obstáculos mentales, y trabajar intensamente para conseguir llegar, como deportista, a todos los escenarios internacionales que se ha propuesto.
Por eso quise traerles la historia de Juan Ignacio Maggi como el mejor ejemplo de que no debemos creer que tenemos limitaciones. Él, en lugar de quedarse con un “no puedo” toda su vida, ha hecho absolutamente todo lo contrario. Uno de sus máximos orgullos, es llevar su bandera a todos los países a donde llega con su mensaje de que si se puede.
¡Tú también puedes! Te invito a vencer todas las limitaciones mentales y a empezar el 2018 con Zero Frequency, para que hagas lo que hagas, logres que tus resultados sean tan impactantes como los de Juan Ignacio Maggi. ¡Ese el camino más fácil para triunfar!
Mabel Katz